Goyas – Al otro lado del charco
Ciclo ampliado con una sesión el 10 de abril con las cintas: ‘El agente topo’ de Maite Alberdi y ‘El despertar de las hormigas’ de Antonella Sudasasi
Programación
Goyas al otro lado del charco
10 de abril de 2021
Doble sesión: 18.30 horas y 20.30horas*
Precio: 3,50 euros
Entradas a la venta en taquilla y en entradas.com
Sábado, 10 de abril
18:30h El agente topo / Maite Alberdi / 2020 / 86′
20:30h El despertar de las hormigas / Antonella Sudasassi / 2018 / 93′
El ciclo ‘Goyas al otro lado del charco’ nos trae cinco cintas de entre 2017 y 2020 que muestran el pulso de las últimas finalistas de los Premios Goya en la categoría de Mejor Película Iberoamericana
Programación
Goyas al otro lado del charco
30 de marzo al 3 de abril de 2021
Doble sesión: 18.30 horas y 20.30horas*
Precio: 3,50 euros
Entradas a la venta en taquilla y en entradas.com
Martes, 30 de marzo
18:30h El despertar de las hormigas / Antonella Sudasasi / 2018 / 93’
20:30h Zama / Lucrecia Martel / 2017 / 115’
Miércoles, 31 de marzo
18:30h El agente topo / Maite Alberdi / 2020 / 86’
20:30h Araña / Andrés Wood / 2019 / 105’
Jueves, 1 de abril
18:30h La llorona / Jayro Bustamante / 2019 / 96’
20:30h El despertar de las hormigas / Antonella Sudasasi / 2018 / 93’
Viernes, 2 de abril
18:30h Araña / Andrés Wood / 2019 / 105’
20:30h La llorona / Jayro Bustamante / 2019 / 96’
Sábado, 3 de abril
18:30h Zama / Lucrecia Martel / 2017 / 115’
21:00h El agente topo / Maite Alberdi / 2020 / 86’
La Fundación SGAE presenta Goyas al otro lado del charco, ciclo de cine en el que se proyectarán algunos títulos que han competido por el Premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana de los últimos años. Filmes que muestran la actualidad del cine hispanoamericano a través de relatos sociales y que serán proyectados en la Sala Berlanga de Madrid (c/ Andrés Mellado, 53. Entradas a la venta en taquilla y en entradas.com) desde el martes 30 de marzo hasta el sábado 3 de abril: Zama, de Lucrecia Martel, nominada al Goya a Mejor Película Iberoamericana en 2018; El despertar de las hormigas de Antonella Sudasasi y Araña de Andrés Wood, finalista en 2020, y El agente topo de Maite Alberdi y La llorona de Jayro Bustamante, que optaban al Goya a Mejor Película Iberoamericana en 2021. Todas las películas tienen un precio de 3,50 euros.
Zama (2017), de la directora argentina Lucrecia Martel con guion propio adaptando la novela homónima de Antonio di Benedetto, nos cuenta la historia de Don Diego de Zama, oficial español del s. XVII asentado en Asunción, Paraguay a la espera de una transferencia a Buenos Aires que nunca llega, como el prometido reconocimiento de todos sus méritos. Cansado de esperar, finalmente decide atrapar a un conocido bandido con la idea de recuperar su nombre y su respeto. Una película densa, profunda, hipnótica como las lenguas de humo y fuego en una hoguera taimada que habla con emoción contenida de las víctimas de la espera y de lo que en sí mismo significa esperar.
Con El despertar de las hormigas Antonella Sudasassi culmina el proyecto personal que ha dado forma a su ópera prima, esta estupenda película que comenzó en 2016 como un cortometraje y que ha terminado dando lugar a un lenguaje propio, sensorial y anímico, con el que ofrecer un retrato íntimo, inteligente y sutilmente dramático del machismo y la semiesclavitud que se arraigan en el pensamiento profundo de América Latina. Lo hace a través de la historia de Isa, una modista que vive con su familia en un pequeño pueblo de Costa Rica y que se enfrenta a su esposo Alcides por el deseo de este de tener un tercer hijo, un hijo varón, mientras ella prefiere centrarse en su presente y en su trabajo.
En Araña (2019), el chileno Andrés Wood nos plantea una de esas historias sobre “plantarse el traje”, sobre terminar participando de un sistema contra el que en algún momento se luchó, sobre madurar, pasar por el aro y mitigar quién somos. Un tema que en Chile se nota especialmente actual, reciente. Así, la película va y viene desde el pasado hasta el presente para contarnos la historia de Inés, Justo y Gerardo. Va y viene desde su juventud en los 70 como miembros de un grupo terrorista de extrema derecha nacionalista que pretende derrocar a Salvador Allende hasta el presente de Inés, influyente empresaria, y su marido Justo cuando Gerardo vuelve a sus vidas con la obsesión de renacer su causa.
También desde Chile nos llega la rompedora cinta “documental” El agente topo, de Maite Alberdi, que apareció además entre las nominaciones de los Oscar y Sundance. Una película que parte de un manual de comedia para terminar narrando un drama muy vivo, muy real: la soledad de los ancianos en las residencias y hogares de jubilados. Rómulo, un investigador privado, organiza un casting para conseguir un “topo” creíble que se infiltre en una residencia de ancianos con el fin de averiguar si la madre de una clienta está siendo maltratada, como sospecha. El elegido resulta ser Sergio, de 83 años y nada familiarizado con la tecnología del espionaje. A través de su paso por la residencia real y a través de sus contactos con ancianos reales se desenvuelve una trama que nunca es lo que parece.
Por último, tenemos La Llorona, del director de Guatemala Jayro Bustamante. Un retrato onírico y tenebrista sobre el descenso a la locura, el remordimiento y los fantasmas del pasado personalizado en la figura de Enrique Monteverde, general retirado al frente de los genocidios cometidos durante el conflicto armado de Guatemala. Tras ser absuelto de todos los crímenes en un juicio treinta años después de los hechos, el general comienza a escuchar los llantos del fantasma de “la llorona”, lo que lleva a su mujer y a su hija a pensar que está sufriendo accesos de demencia senil. Un acercamiento al trauma nada convencional a través de una película hostil, oscura, atmosférica y ominosa.
Protocolo de seguridad
La Sala Berlanga cumple con una serie de medidas de seguridad sanitarias para prevenir la expansión del Covid-19: desde junio se han reforzado de forma especial las tareas de limpieza y desinfección de las instalaciones (zonas comunes, escaleras, pasamanos, ascensores y cuartos de baño); es obligatorio el uso de mascarilla para todos los ciudadanos que accedan a la sala; se han dispuesto dispensadores de gel hidroalcohólico y se ha implementado la lectura digital de entradas, así como el pago electrónico. Además, el aforo se ha reducido, estipulado por la normativa de la Comunidad de Madrid.
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